En muchas ocasiones me he sentido con las manos atadas, pensando que lo que tengo que ofrecer no es suficiente, decepcionado he hecho la pregunta, ¿Señor que puedo hacer con tan poco?
Pero cada vez que estas cosas vienen a mi mente, por otro lado siento al Señor hablar a mi corazón diciendo “Recuerda que no se trata de ti, se trata de mi”
2 Corintios 12:9: Cada vez él me dijo: «Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad». Así que ahora me alegra jactarme de mis debilidades, para que el poder de Cristo pueda actuar a través de
Cada vez que el Señor me recuerda esto, lo que me está diciendo es que para servirle y para hacer lo que el me envió a hacer no depende de mi talento o de mis habilidades, sino que debo depender de El y de su poder obrando a través de mi.
Lo que Jesús hizo en este milagro es lo que te pide a ti y a mi, “entrégame lo que tienes y yo me encargaré de multiplicarlo. Sea lo que sea que tengas para ofrecer, entrégalo al Señor y el hará mucho más de lo que tu piensas en tu vida y a través de ella