La sabiduría no tiene nada que ver con tu inteligencia. Tiene todo que ver con cómo usas tu conocimiento, tus experiencias, cómo escoges tus relaciones y como es tu carácter. No se trata de lo que dices con tus labios, sino de lo que vives con tu vida, no se trata de tus palabras sino de tus obras y no tanto de tus diplomas sino de tu disposición.
Proverbios 28:26: Los que confían en su propia inteligencia son necios, pero el que camina con sabiduría está a salvo.
Tus decisiones, determinan tu historia. Tus decisiones determinan la dirección y la calidad de tu vida. Dios promete proteger a aquellos que caminan en sabiduría. No conozco a ninguna persona que planifique fracasar, arruinar su testimonio, tomar malas decisiones, quedar embarazada, hacerse adictos a algún vicio o terminar en la cárcel. Sin embargo, muchos no tienen un plan para no tomar malas decisiones.
A veces confiamos demasiado en nosotros mismos, en nuestro criterio, de hecho, eso nos empuja a la sociedad actual, a ´´Creer en ti, en tu potencial, tu tienes todo lo que necesitas, no necesitas a Dios. Pero Dios no nos pidió confiar en nosotros, ni satisfacer todos los deseos que nos llegan a la mente.
La sabiduría es la herramienta que Dios utiliza para protegernos de aquellas cosas que tienen el potencial de destruirnos.
Tú tomarás decisiones importantes que afectarán el resto de tu vida. Debemos aprender a sustentar nuestras decisiones de acuerdo a la palabra de Dios.
-
No debemos tomar decisiones basadas en emociones, porque nos pueden engañar, ¿Has tomado una decisión bajo coraje y te has arrepentido?
-
Para tomar las mejores decisiones debemos estudiar y seguir la palabra de Dios, no nuestros propios deseos.
- ¿Me bendice mi y mi familia?
- Si es un trabajo, ¿me permite congregarme? ¿Me permite compartir con mi familia?
- ¿Te acerca o te aleja de Dios? Esto incluye amistades, relaciones, empleo y hasta familiares.
-
¿Va en contra de algún mandamiento o de lo que le agrada a Dios? Si hay que mentir, si hay engaño (trabajo,escuela) , es inmoral, persona casada, fornicación, yugo desigual, la respuesta es obvia, eso no sería una decisión sabia.
- ¿Tus decisiones están basadas en el bienestar, la bondad, empatía, demostrar el carácter de Cristo a otros?
Proverbios 27:12: El prudente ve el peligro y se protege; el imprudente sigue adelante y sufre las consecuencias.
Es tiempo de parar de tomar malas decisiones. Muchas personas no aprenden de sus malas decisiones porque siempre le echan la culpa a otros de esas malas decisiones. Y cuando culpamos a otros, creemos que no necesitamos cambiar nada.
Las malas decisiones no nos llevan a vivir bien. Las malas decisiones en una relación no hacen una mejor relación, malas decisiones financieras no nos llevan a estar mejor económicamente, y así sucesivamente.
Aunque ya hay decisiones que no podemos cambiar, si podemos cambiar nuestro presente y nuestro futuro. Imagina cuán diferentes pueden ser las cosas si en vez de decidir por presión de grupo o por lo que está a la moda, comienzas a meditar bien tus decisiones.
En vez de preguntarte ¿Qué tiene de malo que haga esto?, pregúntate ¿Esta es la decisión más sabia que puedo tomar? Esta decisión ¿Le agrada a Dios?
Siempre depende de nosotros escoger obedecer y recibir los beneficios de esa obediencia o tomar el camino de nuestra propia voluntad.
*Derechos de autor reservados. Se prohibe la reproduccion total o parcial de este material a menos que se otorguen los derechos de autor