Me lastimaron ¿debo perdonar ?

Me lastimaron ¿debo perdonar ?

Cuenta la historia de un padre allá en los años 1950 que había tenido una relación difícil con su hijo Paco, por diferentes razones se habían distanciado y su hijo se mudó a Madrid y hacía varios años que no se veían.

Llegó un día en que este papa deseaba con desesperación reencontrarse y hacer las paces con su hijo así que viajó a Madrid. Como este hombre no sabía donde su hijo vivía ni cómo contactarlo decidió colocar una anuncio muy simple en el periódico que decía:

“Paco, Encontrémonos  mañana al mediodía frente a la fuente de la plaza en Madrid, todo está perdonado, te amo, tu Papa”. Paco es un apodo muy común en España, El próximo día al mediodía frente a la plaza de Madrid este hombre se encontró con 800 Pacos buscando perdón.

El mundo está lleno de personas necesitadas de perdón y reconciliación. El modelo para ese perdón lo encontramos en Jesucristo.

«El que es incapaz de perdonar es incapaz de amar.»

Martin Luther King-

El diccionario define perdonar como la acción y el resultado de liberar a una persona de una deuda. La persona que necesita perdón no siempre se ha ganado ese perdón, pero aun así debemos perdonar. 

Nosotros los que conocemos a Dios hemos sido perdonados por gracia. Por eso es que una de las definiciones de gracia es “un favor o un regalo recibido que no era merecido”. Al Cristo morir en la cruz y al tercer día resucitar nuestra deuda por el pecado fue pagada en su totalidad.

En ocasiones hemos sido heridos en una relación, hemos sido traicionados por una persona, fuimos acusados injustamente por algo que no hicimos. Muchos cargan con heridas emocionales causadas por sus padres y muchas heridas emocionales han sido causadas por la ausencia de la figura paterna.  

 Es por eso que reitero que necesitamos la gracia de Dios para perdonar, perdonar es una expresión de la gracia de Dios, porque aunque posiblemente la persona no lo merece, por la gracia de Dios le regalas el perdón.

3 Razones por las que debo perdonar

1) Es un mandato divino: En una ocasión este tema fue traído por el Apóstol Pedro delante de Jesús y le hizo la pregunta ¿Hasta cuantas veces debo perdonar? Veamos lo que Jesús le contestó:

Parecía que Pedro entendía que debía perdonar, pero le había puesto un límite al perdón, pensó que con perdonar 7 veces en toda una vida era más que suficiente. Pero en ese momento Jesús le dejo saber que no debíamos poner un límite al perdón.

Mateo 18:21-22: 1 


2) Me hace libre:  Efesios 4:31-32: Líbrense de toda amargura, furia, enojo, palabras ásperas, calumnias y toda clase de mala conducta. 32 Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo.


¿Que produce en tu interior el hecho de haber perdonado? ¡Produce libertad! La persona que perdona suspira profundamente y siente que un peso salió de su vida. Tener algo contra alguien es una carga, es un yugo. No perdonar te puede aislar de las personas. 


Pero perdonar no se trata de engañarnos a nosotros mismos actuando como si nada sucedió, perdonar es liberar a un preso de la cárcel y ese preso soy yo, porque perdonar me libera a mí. Dice un refrán popular que odiar es como tomarse un vaso de veneno y esperar que quien me hizo daño se muera.

 En el NT la palabra más común en el idioma griego para expresar el perdón es afesis. Esta palabra da la idea de «enviar lejos» o «dejar ir». Cuando perdonamos dejamos ir el odio, dejamos ir el rencor, dejamos ir todo resentimiento. Cuando perdonamos enviamos lejos todos esos sentimientos que estuvieron guardados en nuestro corazón y eso nos hace libres.

3) Para que Dios me perdone debo perdonar.: Marcos 11:26: Cuando estén orando, primero perdonen a todo aquel contra quien guarden rencor, para que su Padre que está en el cielo también les perdone a ustedes sus pecados.

Dios te pide que perdones a todos los que te hacen mal. ¿Es posible? Sí, Dios te llama a perdonar a cualquiera que te ha hecho enojar, te ha lastimado o te ha ofendido.

A pesar de que es difícil perdonar, Dios no quiere que lo atrasemos. De hecho, quiere que demos y recibamos perdón inmediatamente. En Efesios 4:26, Pablo escribió: “No se ponga el sol sobre nuestro enojo”, en otras palabras mientras más rápido perdones, mejor.

El perdón es un camino de dos vías. Es probable que puedas traer a tu mente un montón de personas que te han ofendido. Pero tú también debes de haber ofendido a algunos. ¡Perdona con buena actitud y de todo corazón, porque con más frecuencia de la que te puedes imaginar tú necesitarás el perdón de Dios y de otra persona!

¡Que la gracia de Dios sea contigo!



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