¿Qué es lo que viene a tu mente cuando piensas en el mandamiento de Jesús en cuanto a hacer discípulos a todas las naciones? Muchos leen estas palabras como si estuviesen pensadas para inspirar a pastores y misioneros en su camino al campo misionero. Pero ¿No consideras que el mandamiento está pensado para ti?
Los discípulos fueron por ahí haciendo discípulos, enseñándoles a obedecer todo lo que Jesús les había mandado y bautizándolos. Algunos de ellos se movieron hacia diferentes áreas o viajaron por los alrededores de modo que pudieran hablarle a más personas.
La sorpresa viene cuando miramos hacia nuestras iglesias hoy día a la luz del mandato de Jesús de hacer discípulos. Hacer discípulos es más que un programa de la iglesia. Es la misión de nuestras vidas. Nos define. Un discípulo es un hacedor de discípulos.
Seguir a Jesús significa que usted enseñará a otros a seguir a Jesús. ¿A quién ha puesto Dios en su vida que usted pueda enseñarle a seguir a Jesús? Quizás Dios está poniendo a alguien en su corazón que usted no conoce muy bien. Su primer paso podría ser construir una relación con esa persona.
Ore y pídale a Dios dirección y la oportunidad de testificar lo que Dios ha hecho en su vida. Le aseguro que él Espíritu Santo obrará en formas que le sorprenderá.